16 de noviembre de 2011

Pequeña soñadora!


En ocasiones, al conocer a diferentes personas, descubres que la vida depende del cristal con el que se mire. Hay cristales fríos, oscuros, rotos, opacos,… pero también hay cristales de colores.

Suelo llamarle tonta y es que tiene miles de tonterías, de esas que le hacen aún más especial. Gracias con gracia y sin gracia. Salidas de tono pero también mucha vergüenza demasiadas veces. Sonrisas que son risas, porque ella siempre reluce esa sonrisa en su rostro y se ríe con la más mínima estupidez. Habla sin parar, generalmente cuando está nerviosa, mucho y muy rápido, tanto que a veces llega a bombardearte, no imaginas  hasta que punto. Pero casi siempre es interesante escucharla, aunque más de una vez se hace un lio porque su cabeza piensa con más rapidez de la que la velocidad de su lengua puede permitirle, y acaba enredándose, repitiéndose, y diciendo cosas sin sentido.  Ella es divertida, inteligente, ingeniosa como pocas chicas he visto. A menudo me hace enfadar porque le encanta crecerse y hacerse la superior bromeando, al igual que a mí. Insegura, tímida, camina siempre altiva y mirando al frente, dando la sensación de ser engreída, pero es todo lo contrario. Con una vida interior que poca gente comprende y que la hace tan interesante, tan auténtica. Había aprendido a vivir con cada latido, y eso está bien, pero más de una vez le ha traído problemas. Pone corazón a todo lo que hace, otra de las cosas que le da más de un problema.

¿Borde? Puede que la que más, ¿defectos? Muchos. Llorona casi siempre y débil en ocasiones. Pero aún así, la admiro, porque probablemente sea la persona más especial que conozca jamás,  la admiro por ser contradictoria, veleta, camaleónica, fugaz,… La admiro  por ser mágica.





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